Guía para mejorar la tolerancia al frustración

 

Según el diccionario, frustración significa: “fracaso en una esperanza o deseo”. La frustración nace como una esperanza o deseo y se convierte en frustración cuando nos damos cuenta de que eso, que queremos, no sucederá.

Dicho de otra manera, la frustración es igual a la diferencia que existe entre el mundo real y las expectativas que construimos en nuestra mente; acerca de cómo debería de ser el mundo; esto también nos incluye a nosotros (cómo debo de ser yo) y a los otros (cómo deben de ser los otros).

Veamos un ejemplo: Mi jefe, jamás reconoce mis logros, encima éste último mes comenzó a pedirme informes a las seis de la tarde y termino saliendo tardísimo. El “debería” de ser  más considerado conmigo.

Como yo pienso que él “debería” de ser más considerado conmigo y no lo es, me frustro; ya que mi expectativa acerca de la forma en la que él debería de comportarse, no está siendo cumplida.

Entonces, ¿está mal tener expectativas? No, las expectativas no son malas, ya que ellas nos dan un marco de referencia, una guía y un norte hacia dónde ir. Además, nos llenan de esperanza y motivación.

Efectivamente, que no se cumplan, nos generará frustración y entre mayor expectativa, mayor frustración; pero no por eso vamos a dejar de imaginarnos y soñar con lo que queremos.

Lo que sí es necesario hacer y muy útil, es aprender a tolerar la frustración; esto significa: aceptar que el mundo, yo y los otros no siempre van a ser como yo quisiera que sean. No todas mis demandas ni deseos serán cumplidos.

Quiero decir,  que sucederán cosas como: que le den el ascenso al compañero que nunca hace nada, en lugar de a mi; que mi marido se vaya con otra; que mi hija se lleve muy mal conmigo. Sí, pasaran cosas que no son tan bonitas como quisiéramos, pero entre mayor aceptación tengamos de éstas, será mucho más fácil sobreponerse.

Sí lo analizamos un poco más; en realidad, no hay ninguna razón lógica, por la cual el mundo, debería de ser igual a mis expectativas. Incluso, hasta sería injusto que así lo fuera, ya que todas las personas tenemos expectativas de cómo deberían de ser las cosas y entonces ¿por qué favorecer a una persona en particular?

La siguiente vez que te sientas frustrado, pregúntate: ¿Por qué la realidad tendría que ser igual a tu expectativa de la realidad? ¿Quién dice que las cosas “deberían” de ser de X forma? No se vale responder sentido común, recuerda que no es igual para todos ¿Qué ganas sintiéndote así?

Y finalmente ¿Para qué te sirve ésta experiencia? Un propósito siempre vuelve a los sucesos más tolerables.

Photo by Meghan Duthu on Unsplash

 

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